Hace días soñé que tenía un hijo pequeño. El niño se transformó en niño lobo. Era muy salvaje, nadie podía controlarlo. Lo llevé al cuarto de mi infancia en la casa de la Floresta y se calmó. Yo tenía mucho trabajo, tenía un rodaje en un submarino, encerré al niño lobo en un cuarto compacto metálico. Cuando volví por él ya no estaba. Pensé que lo habían matado. Fue una sensación terrible, como en la película El Orfanato de Guillermo del Toro. En medio de mi desolación alguien me dijo que al menos ya no iba a tener problemas, me dio rabia. Pensé: “quién dijo que yo no quiero ese tipo de problemas, es mi hijo”.

Interpretación: El interior salvaje reflejado en un niño lobo que quiere ser reconocido, aceptado amado, lo pongo en un cuarto encerrado de la forma más dura, cuando vuelvo a él me doy cuenta de que era algo que sí podía haber manejado, que sí podía hacerme cargo de él ¿A cuánta profundidad estoy encerrando al niño, a mi animus, a mis dones?, al final me hago cargo, me doy cuenta de que podía con el niño, por lo que surge la necesidad de tomarme, de hacerme cargo de mi interior salvaje. (Interpretado por Jibel Rojas)

Año 2022

Nota: Tiempo después volvió a aparecer Borojó en mi vida, un lobito muy salvaje e indomable. He decidido hacerme cargo.