Cuando la marea está baja se contempla el mar tranquilo
cristalino
tomo la careta y me sumerjo en el viaje hacia el color
de las cosas que emergen de lo profundo.
Nostalgia del anhelo de la ola
y ante el indicio de su cercanía
y el olor borrascoso
el cuerpo tiembla: montaña atraída hacia su abismo
deja la sangre fluir
se sostiene
trata de ser isla
y tras reconocerse
unir los granos de la arena.
Quizás por miedo
la isla va alejándose más allá de las palabras
y es mucho más de lo llega a saber que es.
OSQ
MARÍA FONNEGRA